Nacemos de la inquietud de la Congregación por contagiar a todos la alegría de la «Buena Nueva», que es… Mostrar al Mundo la Gloria de Dios, haciendo de todos los hombres nuestro prójimo.
Para esto hemos acogido el cautivante carisma de la Congregación y practicamos junto con ellas su Misión. También recibimos de ellas la nutrición espiritual con la cual vivimos nuestra Fe.
Hasta ahora nos proyectamos como grupo, a nuestros hermanos desplazados de Ciudadela de Paz y al grupo de ancianos Amigos para Siempre.