La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en el 2017, ha propuesto una serie de competencias, aptitudes o habilidades que deben desarrollar de manera progresiva los nativos digitales. En este camino, tanto padres como colegios, deben aunarse para cumplir con el reto de apoyar en el desarrollo de las mismas.

La UNESCO propone 4 categorías:

Maneras de pensar: Aquí se destacan las capacidades para generar ideas originales, interpretar de situaciones desde diferentes perspectivas, capacidad de plantear o analizar problemas y generar soluciones, y autorregular el propio aprendizaje.

Herramientas para trabajar: Capacidad de explorar, crear y comunicarse por medio del uso de las tecnologías como herramientas, así como la capacidad de acceder de forma eficiente y crítica a la información, y utilizarla de forma creativa.

Maneras de trabajar: Aquí convergen las destrezas de comunicación y colaboración de las cuales hacen parte la expresión adecuada de ideas y pensamientos, la facilidad para transmitir y comprender mensajes, la habilidad para mantener diálogos efectivos y la capacidad para trabajar con otras personas para lograr un objetivo común.

Maneras de vivir el mundo: Capacidad de planeamiento y fijación de metas, tolerancia a la frustración, resiliencia, capacidad de tomar decisiones y actuar teniendo en cuenta aquello que favorece el bienestar propio, el de los demás y el del medio que lo rodea.

Conclusiones

Cada uno de los retos mencionados nos invita a reflexionar sobre la importancia de fortalecer el vínculo afectivo con nuestros hijos; de acercarlos a la realidad de nuestro día a día con paciencia y amor; ayudarles a descubrir sus talentos; guiarlos a comprender sus emociones y las de los demás; y que puedan desarrollar sus habilidades para que las coloquen al servicio de otros.

Ser padres o madres de un Centennial no es fácil pero la clave está en ser verdaderos acompañantes, guías y orientadores. Capaces de poner límites, pedir perdón y animar cuando sea necesario. Somos pieza clave en la formación integral de nuestros hijos y en el desarrollo de habilidades que les sirvan para forjar un futuro promisorio. ¿Asumes el reto?